Petra es una ciudad única por su ubicación, la diversidad de sus monumentos y la belleza de los colores de sus rocas, ya que atrae a visitantes de todo el mundo, y su nombre está asociado a los nabateos que la convirtieron en su capital. Los nabateos abandonaron el norte de la Península Arábiga y parte de ellos llegaron a la región de Petra y convivieron con los edomitas. Fueron seducidos por la vida comercial por la ganancia material que suponía, por lo que abandonaron la vida nómada y se convirtieron en comerciantes.

Al salir del Sinaí, Moisés y los israelitas cruzaron desde Petra en la región de Edom. La tradición local dice que el manantial en Wadi Musa, en las afueras de Petra, es el lugar donde Moisés golpeó la roca y sacó agua de ella (Números 20:10-11). Los judíos macabeos inicialmente tenían una relación amistosa con los nabateos (ver 1 Macabeos 5:25). Es casi seguro que Petra fue una escala para los tres reyes magos que trajeron regalos de incienso, oro y mirra al niño Jesús en Belén (Mateo 2:1-12). El rey Al-Harith, mencionado por el apóstol Pablo en la segunda epístola de los Corintios (2 Corintios 11:32), fue uno de los reyes nabateos que gobernó Petra.

Durante el dominio de los bizantinos, hubo una sede episcopal en la ciudad de Petra, y estaba habitada por monjes y ermitaños, y sus habitantes convirtieron algunas tumbas en iglesias, y es posible que no encontremos rastro de la civilización bizantina, quizás porque sus habitantes comenzaron a abandonarla en busca de ganancias comerciales.

Entre los monumentos importantes de Petra:

1. El Siq: Tiene 1.200 metros de largo, 2 metros de ancho y 80-100 metros de alto. La palabra El Siq es siriaca y significa hendidura, callejón, entrada, vestíbulo.
2. El tesoro del faraón: La construcción tiene 39 metros de alto y 28 metros de ancho. Fue llamada el tesoro del faraón porque los habitantes de esta zona creían que el faraón había puesto sus tesoros en la tinaja de la segunda planta.
3. El anfiteatro romano: Fue construido durante la época del rey nabateo, Harith IV, 8-40 a.C. Consta de 33 filas talladas que pueden albergar a más de tres mil espectadores.
4. Qasr al-Bint: Estructura construida por los nabateos en el siglo I a.C., en honor al dios Dusares. El nombre Qasr al-Bint se remonta al mito de que la princesa vivía en ese palacio y sufría por la falta de agua corriente. Prometió que se casaría con alguien que cumpliera su deseo.
5. El monasterio: En el monasterio hay una pequeña habitación excavada en la roca en la que vivían los ermitaños, y una tumba que tiene en sus fachadas un dibujo de dos leones grabados y se le llamó la Tumba del León. En cuanto al monasterio, no era más que una estructura cuya fachada era muy grande, con un ancho de 47 metros y una altura de 40 metros.
6. Las tumbas: Los nabateos cuidaron las tumbas y las decoraron con bellas inscripciones en honor a sus muertos. En el año 447, la tumba de al-Jara fue transformada en catedral en tiempos del obispo Jasnos.
7. El altar: Amplio patio de 4.060 metros de largo y 20 metros de ancho. En este patio cavaron los nabateos un pozo para limpiar el altar, mientras que en el lado occidental se encuentra el templo.