.
Jordania fue un lugar donde se originaron varios profetas mencionados en la Biblia, ya que muchos de ellos eran procedentes de allí y, la tierra del Jordán, bendecida por el cielo, fue el escenario de su mensaje y actividades religiosas: desde Abraham hasta Moisés, Elías y Juan el Bautista. La Santa Biblia también menciona que los pies de Nuestro Señor Jesucristo y los apóstoles pisaron la tierra del Jordán.
La Santa Biblia narra el proceso de salvación anunciado por los profetas y es de gran importancia para las personas cómo se llevó a cabo esta salvación de manos de Nuestro Señor Jesucristo y de los profetas. Lo que nos hace sentir más orgullosos es que Jordania dio a luz a dichos profetas, siendo muchos de ellos originarios de estas tierras, y que, además, fue el escenario de su mensaje y actividades religiosas.
Dios invitó a Abraham de Mesopotamia a nuestro país para hacer de él padre de la nación elegida, habiendo vivido mucho tiempo en nuestro país, finalmente falleciendo y siendo sepultado en Hebrón.
Así como Moisés, el profeta que sacó al pueblo de la tierra de Egipto a la Tierra Prometida, pasando por el Jordán. Moisés pasó el último período de su vida en el Jordán, y murió y fue sepultado en la zona del Monte Nebo, cerca de la ciudad de Madaba.
En cuanto al profeta Elías -o Mar Elias-, es jordano por nacimiento, del cerro Mar Elías, en el sitio donde se bautizó a Nuestro Señor Jesucristo - Al-Maghtas (inmersión/bautismo). Este lugar se encuentra cerca de Ajloun, en el norte de Jordania. Vivió y profetizó durante el reinado de Acab entre los años 875 y 853 antes del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo. Ardía en celo por el verdadero culto a Dios, y era defensor tanto de los oprimidos como de las oprimidas. Como dice la tradición, subió al cielo en un carro de fuego.
La Santa Biblia también menciona que los pies de Nuestro Señor Jesucristo y los apóstoles pisaron la tierra del Jordán y, que Juan el Bautista, el precursor de Nuestro Señor Jesucristo, realizó el bautismo de arrepentimiento en "Betania, al otro lado del Jordán". También fue encarcelado y martirizado en el castillo de Maqueronte, cerca de la ciudad de Madaba.
El mensaje de los profetas siempre permanece válido para el ser humano en todo lugar y tiempo, el paso del tiempo no se aplica sobre él. No nos es suficiente estar orgullosos de que Jordania haya dado a luz a los profetas, sino que debemos escuchar lo que dicen, y seguir el camino de la verdad, la justicia, la rectitud y la piedad como hicieron ellos, para que nuestra afiliación con ellos y con la tierra en la que crecieron sea correcta y, nosotros, por lo que tomamos de sus enseñanzas, estemos entre sus seguidores justos y herederos bendecidos.