Jordania es un destino ideal para aquellos que buscan conocimiento cultural y enriquecimiento espiritual. Valora a su población étnica y religiosamente diversa, y brinda igualdad de derechos culturales y religiosos a todos sus ciudadanos. El espíritu de tolerancia y aprecio, bajo el paraguas de la ciudadanía inclusiva, es uno de los principales elementos que contribuyen a la estabilidad, la paz y la prosperidad de Jordania.

Más del 96% de los jordanos son musulmanes sunitas y alrededor del 4% son cristianos. También se puede encontrar muchas poblaciones chiítas y drusas en Jordania. A los cristianos jordanos se les asigna no menos del 7% de los escaños en la Cámara de Representantes (9 escaños de 130), además de los escaños en el Senado, el cual es un porcentaje mucho mayor que su porcentaje de la población total. Además, muchos cristianos jordanos ocupan importantes carteras ministeriales, embajadas y altos cargos militares.

La mayoría de los cristianos, descendientes en su mayoría de antiguas tribus árabes, pertenecen a la Iglesia Ortodoxa Griega (obispado perteneciente al Patriarcado Ortodoxo Griego de Jerusalén), y su número se estima entre 125.000 y 300.000. Mientras que el número de católicos alcanza las 114.000 personas, divididas en la Iglesia latina (existe un Vicariato patriarcal afiliado al Patriarcado latino de Jerusalén) y la Iglesia greco-católica melquita (una archidiócesis afiliada al Patriarcado greco-católico melquita de Antioquía, con sede en el Líbano). Están las iglesias maronitas, caldeas, siríacas ortodoxas, católicas, jordanas ortodoxas, coptas ortodoxas, luteranas y árabes evangélicas episcopales.

Y debido a la situación política en la región que rodea el Reino, Jordania formó un "oasis de paz y acogida", acogiendo a muchos cristianos, ya sea de Palestina, Irak o Siria. Con el aumento de su número, hubo una necesidad de iglesias que les brindaran servicios espirituales, por lo que se establecieron parroquias afiliadas a las iglesias ortodoxa armenia, caldea, católica siríaca y ortodoxa siríaca.

Jordania también fue destino de muchos cristianos de países árabes que llegaban al reino por motivos económicos para trabajar. Para brindarles atención espiritual y pastoral, se establecieron la Iglesia Ortodoxa Copta (afiliada a la Diócesis Ortodoxa Copta de Jerusalén) y la Iglesia Maronita (afiliada al Vicariato Patriarcal Maronita en Jerusalén). Muchas iglesias latinas organizan misas semanales para muchas comunidades asiáticas, de Filipinas, Sri Lanka, y otras. Las ceremonias religiosas cristianas en Jordania se celebran abierta y libremente todas.

Los cristianos de Jordania están integrados en la sociedad jordana. Junto con sus compañeros musulmanes jordanos, ayudaron a construir Jordania y desempeñaron papeles pioneros en la política, la educación, la salud, el comercio, el turismo, la agricultura, la ciencia, la cultura y muchos otros campos.

Además de las iglesias, hay escuelas primarias, preparatorias y secundarias que reciben todo tipo de estudiantes cristianos y musulmanes, y en su mayoría están afiliadas a las iglesias ortodoxa griega, latina y católica romana. Las iglesias también tienen un papel destacado en el campo de la educación superior. En 1989, se estableció la Academia de Música de Jordania, y en 2009, el Papa Benedicto XVI colocó la primera piedra de la Universidad de Madaba, que hoy es la "Universidad Americana en Madaba”, que ofrece educación superior a muchos estudiantes jordanos, árabes y extranjeros.

En cuanto al aspecto social, las instituciones humanitarias afiliadas a las iglesias han jugado un papel destacado en la prestación de ayuda humanitaria al ciudadano, el refugiado y el desplazado, independientemente de su color, género, raza o religión. Está la Asociación Caritas Jordania, la Misión Papal, la Asociación Ortodoxa San Lucas, la Asociación Mensajeros de la Paz, y muchas instituciones e iniciativas que han surgido ante los desafíos que enfrenta la dignidad humana.

No es posible hablar de los cristianos en Jordania, en el pasado, sin hablar de ellos en el presente, y las mejores palabras al respecto fueron las que mencionó el Consejo de Jefes de Iglesias en Jordania en 2008, y representa, según la decisión del gobierno jordano en 2019, "la única referencia para todos los asuntos cristianos y la organización de las relaciones con las instituciones multiestatales". Los ciudadanos cristianos no son importados del exterior, sino que sus raíces se remontan a los días de los apóstoles y las primeras generaciones cristianas.

La declaración agregó: "Los ciudadanos cristianos en Jordania viven su vida normal, en varias ciudades y pueblos, con total seguridad y protección, y establecen buenas relaciones sociales con la comunidad islámica. La diferencia de religión no produjo dos grupos en la vida cotidiana y social: islámica y cristiana. Los cristianos contribuyen a la vida social, empresarial y académica, y sirven en el ejército y en diversas instituciones gubernamentales al igual que los ciudadanos musulmanes. Muchos de ellos están a la vanguardia de los intelectuales y están científicamente calificados en diversos campos. Por otra parte, las presidencias religiosas cristianas también mantienen muy buenas relaciones con los eruditos islámicos y los funcionarios gubernamentales.